Sana envidia

El remodelado estadio Nacional fue escenario del encuentro definitorio por el título del balompié peruano 2011, edición que se caracterizó por la disputa de puntos en mesa, producto del incumplimiento de varios clubes con pagar puntualmente a sus jugadores y cuerpo técnico, siendo el más dramático lo que ocurre –hasta la fecha- con Universitario, una de los más populares, que incluso estuvo a punto de perder la categoría.

En fin, ya se fue este torneo y lo experimentado este año esperamos no vuelva  a ocurrir el 2012, aunque la realidad nos dice que los clubes, que son los que aprueban las Bases del Campeonato, deben sincerar sus presupuestos, es decir, contratar a jugadores y comando técnico acorde a lo que van a poder pagar, para no generarse deudas millonarias.  

Son pocos los equipos que se han manejando responsablemente en el tema económico. Un claro ejemplo es Sport Huancayo, que en sus tres temporadas en Primera siempre cumplió con su plantel, el mismo Roberto Mosquera lo destacó hace poco en una entrevista ofrecida a un medio capitalino. Dijo que los directivos huancaínos pagaban la quincena de cada mes. Tal vez sea uno de los factores primordiales para que el “rojo matador” haya realizado una buena campaña, clasificando por primera vez a una Copa Libertadores.

Pero, no quiero apartarme del título que me sugirió escribir esta columna, aunque considero necesario haberlo hecho esta introductoria. En verdad, siento sana envidia de Juan Aurich, todo Chiclayo sigue celebrando merecidamente. Sin duda, un buen campeón. Mérito de sus dirigentes, por su seriedad y responsabilidad, y por supuesto del comando técnico de primera y jugadores experimentados.

Como huancaíno, cuánto me gustaría experimentar esta alegría que disfruta hoy el pueblo norteño. Por primera vez campeones nacionales. ¡Qué envidia!. Sport Huancayo puede emular lo hecho por Aurich –aunque este año estuvo cerca- pero lamentablemente el factor económico es fundamental. Al respecto, la dirigencia dijo en reiteradas oportunidades que no puede invertir más de lo que tiene. Bueno, tal vez son sinceros con su realidad.

Pero, por qué no pensar en una sociedad anónima, donde muchos empresarios huancaínos o de la región puedan participar como accionistas. Se tiene que maximizar nuestras principales fortalezas: estar por encima de los 3,200 m.s.n.m. y ser una excelente plaza para el buen fútbol. La pelota está en cancha de los directivos del querido “rojo matador”, que en poco más de un mes debutará en Copa Libertadores. (VICA).